Aller au contenu
¿En qué provincias de España es más difícil vivir sin coche en 2025? Transporte público, dispersión y renta explican por qué. - AutoRR

¿En qué provincias de España es más difícil vivir sin coche en 2025? Transporte público, dispersión y renta explican por qué.

En Madrid o Barcelona puedes moverte en metro. Pero en miles de pueblos españoles, la pregunta no es si prefieres coche o transporte público: es si tienes coche o te quedas aislado. Ir al médico, trabajar, estudiar o comprar puede significar 20 kilómetros sin autobús a la vista. Este análisis recoge datos dónde y por qué el coche sigue siendo, para muchos, la única salida.

Por qué el coche sigue siendo imprescindible en gran parte del país

España es un país muy urbano… y al mismo tiempo muy disperso. Millones de personas viven repartidas en pequeños núcleos que ocupan la mayor parte del territorio. Mantener un transporte público eficiente en lugares con poca densidad es difícil y costoso, y esa es la raíz del problema.

Según la DGT (2025), acceder a servicios básicos sin vehículo privado es especialmente complicado en zonas rurales. La diferencia entre vivir en una capital y hacerlo en un pueblo de 400 habitantes es profunda, y las alternativas no siempre cubren necesidades reales.

Los datos más importantes.

·        Mayor gasto en transporte en zonas rurales:

Los hogares rurales destinan un 14,1 % de su presupuesto al transporte, frente al 10,6 % de los urbanos. Es una señal clara de dependencia del coche, según datos de RTVE y estudios de cohesión territorial (2025).

·        Alta motorización en provincias envejecidas y dispersas:

Zamora alcanza ratios cercanos a 900 vehículos por cada 1.000 habitantes. No indica riqueza, sino despoblación y ausencia de alternativas.

·        Transporte público insuficiente:

La DGT y entidades rurales señalan rutas escasas, horarios reducidos y servicios que no se adaptan a jornadas laborales ni a necesidades básicas.

·        Infraestructura de recarga desigual:

La red pública avanza, pero sigue concentrada en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. La España interior mantiene una disponibilidad baja.

Provincias donde es más difícil vivir sin coche.

No existe un ranking oficial, pero al cruzar dispersión, envejecimiento, densidad, renta y oferta de transporte, se repiten los mismos territorios:

Zamora.

Ejemplo claro de baja densidad, envejecimiento y transporte insuficiente. El coche es imprescindible.

Soria.

Núcleos pequeños, dispersos y con envejecimiento alto. Las conexiones públicas son limitadas y poco frecuentes.

Teruel.4

Muchas zonas donde el autobús interurbano es puntual o directamente inexistente.

León (áreas rurales).

Pueblos alejados entre sí y conexiones irregulares con la capital.

Extremadura interior (Cáceres y Badajoz rurales).

El ferrocarril mejora, pero sigue siendo lento. Los autobuses no cubren franjas horarias esenciales.

Zonas rurales dispersas de Galicia y Castilla-La Mancha.

No toda la provincia, pero sí amplias áreas donde los horarios no coinciden con estudios, trabajo o servicios sanitarios.

Es decir, a menor densidad y mayor envejecimiento, mayor dependencia del coche.

Edad media y renta: dos factores clave

En territorios envejecidos, caminar o desplazarse en bicicleta no siempre es viable. Y cuando el transporte público no ofrece una alternativa real, la única opción es mantener un coche propio.

La renta también influye. En zonas de ingresos bajos, el transporte público debería ser una vía accesible, pero al no existir suficientes rutas, muchas familias mantienen vehículos antiguos que generan un gasto elevado en proporción a sus ingresos.

El coche eléctrico no soluciona (todavía) la movilidad rural

La transición energética avanza a ritmos distintos. En zonas rurales, el vehículo eléctrico se enfrenta a barreras muy concretas:

  • pocos puntos de recarga,
  • largas distancias entre municipios,
  • inversiones lentas donde hay poca población,
  • y dificultades para instalar un cargador en casa.

Mientras la red no llegue a una cobertura mínima, el eléctrico no es una alternativa real para buena parte del territorio.

Qué soluciones reales ya están funcionando.

Transporte público bajo demanda.

Modelos en Palencia, Buitrago y Torrelavega demuestran que funciona cuando se ajusta a la demanda. Se reserva por app o teléfono y el autobús solo circula cuando hay usuarios.

Programas regionales de movilidad rural.

Castilla y León impulsa rutas financiadas para colectivos vulnerables y conexiones con centros sanitarios y comarcales.

Expansión dirigida de la red de recarga eléctrica.

El Gobierno y las autonomías empiezan a priorizar rutas rurales, pero la brecha sigue siendo notable.

Car-sharing rural de pequeñas cooperativas.

Este es un servicio de coche compartido, aunque está en fase temprana, es útil para reducir costes familiares en pueblos aislados.

Minibús moderno utilizado para transporte público bajo demanda en un municipio pequeño.

 

Vivir sin coche en España no es una elección ideológica: es una cuestión de código postal. En las ciudades es viable; en buena parte del medio rural, sencillamente imposible. Distancias largas, población envejecida, rentas ajustadas y transporte público inexistente hacen del coche una herramienta de supervivencia, no un capricho.

Lo bueno es que hay experiencias que ya funcionan, aunque sean pocas y locales. El desafío real está en escalarlas, dotarlas de presupuesto y conseguir que la movilidad deje de ser un privilegio geográfico.

Post précédent Prochain article

laissez un commentaire

Veuillez noter que les commentaires doivent être approuvés avant d'être publiés.