En muchas ciudades, moverse ya no significa abrir el coche y buscar aparcamiento. Cada vez más personas eligen alternativas más ligeras y prácticas: patinetes eléctricos, bicicletas conectadas o pequeños coches urbanos que caben casi en cualquier sitio.
Este cambio no surge de la nada. Responde a una nueva forma de entender la movilidad: más sostenible, personal y adaptada al ritmo de la ciudad.
Una transformación silenciosa en las calles
Los datos lo confirman. Según ANESDOR, en 2024 se matricularon en España más de 65.000 vehículos eléctricos ligeros, un aumento del 23 % respecto al año anterior. La razón es simple: moverse con libertad, gastar menos y evitar las restricciones en zonas de bajas emisiones.
Pero lo que más llama la atención es que muchos usuarios buscan algo más que desplazarse. Quieren que su medio de transporte refleje su estilo, igual que el coche o el móvil. Por eso, el mercado de microvehículos ha evolucionado hacia un terreno donde la personalización y la sostenibilidad van de la mano.
Diseño y tecnología que se adaptan a ti
El tuning urbano no tiene que ver con motores potentes ni luces de neón. Aquí, personalizar significa ajustar el vehículo al día a día del usuario.
Marcas españolas como Rayvolt o Silence ofrecen modelos configurables desde una aplicación móvil: puedes elegir el color, el tipo de asiento o la intensidad del modo de conducción. En algunos casos, incluso ajustar el sonido del motor eléctrico o la iluminación ambiental.
Rayvolt, por ejemplo, usa inteligencia artificial para ajustar la asistencia al pedaleo según el terreno o el estilo de quien conduce, y eso es precisamente lo que las hace especiales.
Conectividad: el móvil como parte del vehículo
Otra tendencia clara es la integración total con la tecnología. Los microvehículos actuales permiten controlar la batería, la ubicación o el recorrido desde una app, lo que facilita el uso diario y mejora la seguridad.
En muchas ciudades como Sevilla, Madrid o Zaragoza los sistemas de sharing han crecido tanto que ya forman parte de la rutina urbana. Plataformas como Reby, Acciona Mobility o Yego permiten alquilar y aparcar un scooter en cuestión de segundos.
Detrás de ese gesto sencillo hay un avance enorme: cada trayecto genera datos que ayudan a mejorar la eficiencia de los vehículos y a reducir su impacto ambiental. En otras palabras, moverse por la ciudad es ahora un acto de colaboración.
Talleres urbanos: donde la creatividad se mezcla con la mecánica.
El auge de los microvehículos también ha traído un nuevo tipo de negocio: los talleres urbanos especializados en movilidad ligera.
En lugares como Poblenou (Barcelona) o Lavapiés (Madrid), ya podemos encontrar talleres donde se reparan scooters eléctricos, se imprimen piezas en 3D o se instalan accesorios personalizados.
No se trata de transformar el vehículo por estética, sino de mejorar su funcionalidad, hacerlo más cómodo y prolongar su vida útil. Desde vinilos reflectantes hasta baterías intercambiables o adaptaciones ergonómicas, la personalización se entiende aquí como una forma de cuidar lo que ya se tiene.
La movilidad como parte del estilo de vida
Moverse en microvehículo es, para muchos, una declaración de intenciones. No solo por sostenibilidad, sino por comodidad, ahorro y libertad.
Estos vehículos no necesitan grandes espacios, se cargan en casa y evitan el estrés del tráfico. Y lo mejor: cada modelo puede adaptarse al gusto y las necesidades de su dueño.
En torno a ellos ha nacido una comunidad cada vez más activa. Foros, redes sociales y grupos locales comparten consejos de mantenimiento, rutas y experiencias. Lo que antes era una afición individual se ha convertido en una forma de socializar y aprender.
Un futuro hecho de pequeñas ruedas y grandes ideas
España avanza con paso firme hacia una movilidad más limpia y conectada.
El Plan MOVES III y las zonas de bajas emisiones han impulsado el uso de estos vehículos, pero el verdadero motor del cambio está en los usuarios, que ven en ellos una alternativa real al coche tradicional.
La movilidad del futuro no dependerá tanto de la potencia, sino de la eficiencia y la inteligencia. Vehículos pequeños, fáciles de mantener y conectados con todo: la ciudad, el móvil y el entorno.

Los microvehículos no son una moda, sino una respuesta práctica a los retos actuales.
Representan una nueva manera de desplazarse: más limpia, más económica y más humana.
Personalizar un patinete o una bici eléctrica no es una extravagancia, es adaptar la tecnología a tu día a día.
En esa mezcla de sostenibilidad, diseño y conectividad está el verdadero futuro de la movilidad urbana en España.


