Reparación de batería de BMW i3: ¿Un desembolso de 66.000 euros? El desafío sin resolver del coche eléctrico

En algunos casos, la reparación de la batería de un coche eléctrico puede ser tan costosa que supera el valor de adquirir un vehículo nuevo. Un ejemplo destacado proviene de un usuario de Reddit en Seattle (EEUU), quien recibió una cotización de 71.208 dólares (equivalente a 66.106 euros) para reemplazar la batería de su BMW i3 con extensor de autonomía.

Este caso no es aislado, ya que otros propietarios de coches eléctricos, como los del Hyundai Ioniq, también han enfrentado problemas similares. ¿La causa principal? El diseño y la estructura interna de las baterías, aunque existen otros factores involucrados.

La preocupación por los altos costos de reparación de las baterías de coches eléctricos plantea interrogantes sobre la sostenibilidad económica a largo plazo de estos vehículos. A pesar de las ventajas ambientales y de rendimiento que ofrecen, los altos gastos de mantenimiento pueden disuadir a potenciales compradores.

A medida que la tecnología avanza, se espera que los fabricantes aborden estos desafíos y ofrezcan soluciones más asequibles y duraderas para las baterías de coches eléctricos. Mientras tanto, los consumidores deben considerar cuidadosamente los costos totales de propiedad al decidir invertir en un vehículo eléctrico.

Reparar baterías dañadas: un desafío con soluciones al alcance. Estrategias para abordar este problema de forma efectiva

La creciente presencia de vehículos eléctricos en las carreteras mundiales demanda una economía circular para prolongar la vida útil de las baterías, evitando que los propietarios se vean obligados a desechar sus vehículos debido a costos exorbitantes de reparación. El caso del usuario de Reddit xplorng77, quien recibió un presupuesto de 71.208 dólares por un nuevo pack de baterías para su BMW i3 de 2015, ilustra este desafío.

El BMW i3, introducido por la marca alemana en 2013, marcó su incursión en el mercado de vehículos eléctricos. En Estados Unidos, el modelo nuevo se vendía entre 40.000 y 45.000 dólares, mientras que en otros mercados, como el europeo, tenía un precio inicial de alrededor de 35.000 euros, con descuentos y ayudas a la compra que lo reducían a unos 40.700 euros. Reconocido por su diseño innovador y facilidad de manejo, el BMW i3 se destacó como un adelantado a su tiempo.

Aunque su producción en Estados Unidos cesó en 2021 tras vender alrededor de 45.100 unidades, el BMW i3 sigue siendo popular en el mercado de segunda mano. Sin embargo, como ocurre con muchos coches Premium en Norteamérica, los costos de mantenimiento pueden ser una preocupación mayor que el precio inicial de compra.

La insatisfacción de varios propietarios de BMW i3 es evidente al descubrir que los concesionarios solicitan a menudo más de 30.000 dólares (27.850 euros) por la sustitución de la batería una vez que la garantía ha expirado, como lo compartió otro usuario en Reddit.

El principal obstáculo radica en el diseño y la estructura de la batería, compuesta por ocho celdas. El deterioro de una sola celda puede resultar en una factura de reparación exorbitante. Aunque existen talleres independientes dispuestos a realizar este tipo de trabajo a un costo mucho menor, como lo demuestra el caso de un cliente al que Tesla le cotizó 22.500 dólares por la sustitución de una batería, mientras que un taller independiente la reparó por 5.000 dólares."

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Además de las particularidades de marcas como la de Elon Musk, algunos fabricantes dificultan la reparación de las baterías, lo que lleva a que muchas aseguradoras consideren siniestro total un vehículo con una batería dañada. El reemplazo de una batería de coche eléctrico rara vez cuesta menos de 10.000 euros, especialmente en el caso de las más pequeñas.

Marcas como Ford o Renault han adoptado un enfoque diferente, diseñando baterías en módulos para facilitar la reparación o el reemplazo de secciones específicas. Sin embargo, el principal desafío sigue siendo la falta de transparencia por parte de los fabricantes. A menudo, los talleres independientes carecen de acceso a datos y herramientas necesarias para diagnosticar y reparar las baterías.

La nueva normativa europea sobre baterías busca mejorar la durabilidad, sostenibilidad y eficiencia de las mismas, lo que podría provocar cambios significativos en los estándares de diseño, fabricación y gestión del reciclaje de las baterías de los coches eléctricos.